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miércoles, 2 de febrero de 2011

... La paciencia hizo de las suyas ...

Todo lo bueno se hace esperar, y así es, una vez más.
Esfuerzo, perseverancia, paciencia, tesón, constancia y ganas por seguir luchando. Es el secreto para triunfar en lo que uno quiere, aunque el premio al final, más tarde o más temprano nos sepa a poco.

Hoy y ayer, me decían en el trabajo que tenía otra cara. Se nota que es otra la que entra por la puerta. Cuánta razón !
Por eso, y como la vida me lo ha ido enseñando, seguiré empleándome a fondo en aquello que de verdad importa. Sonreir cuanto más mejor. Salir sin esperar nada, llegar queriendo volverme a despertar. No dando nunca todo por perdido, reirme de las tonterías que hagan reir a otros.

No buscarte tanto. Quererme más cada día.

Aún así, ¿quién dijo que las segundas partes nunca fueron buenas, si en ocasiones son irrepetiblemente geniales? Si no es hoy será mañana, si no es aquí, será allí. Pero todos, absolutamente todos, tenemos una y mil oportunidades. Laboralmente. Sentimentalmente. Pasionalmente.

Hemos de pasar por la vida sin miedo. Así estamos pues...de paso. Lo bueno dura poco, que conste. Aunque esto, me da la impresión, en muchos sentidos, que no ha hecho más que empezar. Hagamos que sea así



domingo, 30 de enero de 2011

... FELICIDADES MADRAZA ...

Los años pasan para todos. El tiempo vuela y nos enseña día a día que no nos espera.  Yo tengo la suerte de seguir creciendo acompañada.

Vivo en mi propio mundo, repleto de dudas y de desplantes a veces innecesarios. Pero ella sigue ahí. Persigo mis sueños y a veces no me doy cuenta de que no estoy sola. Pero ella me pregunta por ellos.
Estudio la manera de hacerme pasar desapercibida en las tareas en casa. Pero ella se hace, como la llaman, la sueca
Doy lecciones a quien me dobla en edad. Pero ella se calla y no rechista.

Las estrellas siempre iluminan nuestro camino. Los hijos sufrimos transformaciones, encontramos trabas a nuestro paso y muchas veces queremos siempre llevar la razón, sin darnos cuenta que somos nosotros los que nos lo ponemos más difícil. En mi caso, su apoyo, a veces infravalorado por mi insensatez, ha hecho que mejor o peor, siguiera tirando del carro. De mi carro, pero con su ayuda.

Delgada pero fuerte.
Ambiciosa pero en silencio
Espontánea aunque también la bautizaron como INVISIBLE
Tenaz y constante, pero incapaz de dejar de mirar a los demás.
Moderna aunque discreta
Buena hija. Excelente esposa. Amiga única. Madre ejemplar.
Fría aunque llora con OT
Repartidora de conocimientos, aunque se muere de vergüenza.
...

Podría escribir durante toda la noche acerca de su grandeza a veces inexplorable. La mella que has hecho en mí es mi tatuaje particular.  Tengo la suerte de poder hablar contigo cada vez que quiero. Me haces falta todos los días. Te respeto todos los días. Pienso en tí todos los días.
Cada nuevo paso que doy es contigo aunque en la distancia. Cada año te quiero más. Cada primavera somos más tu y yo como miembros de nuestro propio equipo. Un tú a tú. Un uno contra uno en el que nunca gana nadie. O mejor, nadie pierde. Ambas ganamos.

Estoy orgullosa de ti cada instante. Felicidades

... da igual que no haya sol ...

En cuestión de segundos te cambia la vida. El gesto, el estado de ánimo. Todo. ¿Por qué ir a la derecha en vez de a la izquierda? Todo tiene su sentido, que no siempre nos detenemos a observar. Las decisiones irrelevantes son las culpables en muchas ocasiones de que todo se tuerza. O todo lo contrario y que te lleves una alegría inmensa al ver las consecuencias. Y que tu cara solo pueda reflejar alegría, que se te vaya el pesimismo que arrastrabas semanas atrás. Y que aunque lleves la ropa más cutre de tu armario y ni una gota de 'make up' te veas guapa. Requeteguapa. Y solo seas capaz de sonreir. Esas sonrisas que duran 24 horas.

Lo complejo que es el ser humano me parece a la vez impresionante. Durante toda la semana, la rutina tan sumamente agitada que se percibe en mi casa ha hecho que los nervios recorran cada uno de los poros de nuestro cuerpo. Contratos merecidos, másters que nos auguran un futuro donde queremos estar, visitas inesperadas de quien suele lograr que esa sonrisa permanente no dure solo un día, sino que sea constante. Aprobados por los pelos, pero aprobados. Liberación pre-exámenes. Esa tensión que a diario se palpa en nuestro ambiente al final, y tocaré madera, nos ha llevado a buen puerto.

 El broche final me encargué de dárselo yo a este casi final de mes. Inesperadamente, sorprendentemente...maravillosamente me atrevería a decir. Sí, son casualidades. Pequeñas e insignificantes, al menos en apariencia, decisiones que hoy me obligan a estar como una niña con zapatos nuevos. Sinceramente, lo necesitaba. Pero eso sí que prefiero quedármelo para mi. Últimamente soy gafe.

Por tanto, a pesar de que mi cuenta no tiene ni para pipas. A pesar de haber dormido (o no haber dormido) apenas 3 horas. A pesar de que mañana sea lunes, HOY da igual que no haya sol

sábado, 29 de enero de 2011

... Comenzamos ...

Llega un día en el que ni tú misma sabes qué va a pasar. La rutina nos vuelve locos, pero llega un momento en el que si no haces por que cambie, acabas probando de tu propia droga, y no quieres salir.

Para que eso no pase, para hacer algo diferente cada día, he decidido escribirlo. Tengo tiempo, edad y ganas.

Son muchas las decisiones que ahora están en nuestras manos. Túnez, ahora los envidiosos de Egipto. Jubilarnos antes, o después. Ser becaria y cotizar, haber vivido un estado de alarma...Poco a poco me doy cuenta de lo poderosa que es mi profesión. El enganche que tiene mi trabajo es realmente espeluznante. Nunca pensé que iba a preocuparme más por qué contar al mundo que de mi misma. Y lo mejor de todo es que he probado (como decía antes, valga la redundancia) de mi propia droga, y quiero más y más.

Dejar atrás ciertos miedos, saber lo que tienes en tu poder. Tengo información, y es mía. Decía no hace mucho a una persona que últimamente me he topado con sentimientos cruzados. Sí, estoy viviendo mucho a la vez. Querer, desear y casi odiar al unísono varias cosas a la vez. Encrucijadas para las que no me creía preparada y que al final estoy dispuesta a capear.
Pero para mí, nunca es suficiente. Me quiero ir y me quiero quedar. Me pregunto si con esto soy plenamente feliz. Creo que no. ¿Cómo lo sería? Sí... en el fondo estoy hecha un lío. O a lo mejor es que aún soy pequeña.

Menos mal que por lo menos, lo iré contando